sábado, 28 de septiembre de 2013

El ecosistema de Sony

Resulta que soy un gran mentiroso.  Ante una oferta que no pude rechazar, me compré un PlayStation Vita. En noviembre, me voy a comprar un PS4. 

Es impresionante la vuelta que Sony silenciosamente le esta dando al Vita. Después de lanzar a un precio alto ($250dlls) y con juegos que parecerían repetir el error de querer hacer versiones portátiles de juegos de consolas, el Vita tiene una cantidad decente de juegos que valen la pena. Muchos de ellos son indie games que puedes bajar en PC pero tenerlos en la palma de tus manos es una experiencia muy distinta a la de jugar frente a un monitor. 

Parte de lo que alegue hace unos meses cuando escribí ese último post es que la mayoría de los juegos populares no me llaman la atención o repiten la misma formula de éxito comercial de siempre. Resulta que estaba buscando innovación en los lugares equivocados. Existen increíbles juegos que no tienen la presión de vender millones de copias en su primer semana en computadoras y hasta cierto punto en tabletas o teléfonos. Es precisamente ese tipo de innovación que está distinguiendo los aparatos de Sony, mientras que Microsoft y Nintendo también tratan de llevar esos juegos a sus plataformas. 

Por lo pronto, la promesa de poder jugar todos los juegos de PS4 en el Vita a través de Remote Play me ha convencido. Aunque falta escuchar el argumento completo de los recién anunciados Steam Machines... 

sábado, 27 de abril de 2013

"No voy a comprar otra consola..."

"Creo que ya no voy a comprar otra consola". Palabras que le dije hoy a mi esposa mientras manejaba. Seguramente le daría mucho gusto escuchar eso si es que me creyera o fuera la primera vez que lo digo. ¿No fue hace 5 meses que me compre un Wii U? ¿No acaban de anunciar un 3DS XL de Animal Crossing que quiero con ganas anormales para un hombre adulto? 

Pero no es igual que hace muchos años cuando me encontraba fatigado de los mismos juegos de siempre y sin mucha innovación. En aquel momento, fue estudiar mi carrera lo que me apasionaba. Ahora, es mi trabajo y mi familia. El poco tiempo libre que tengo primero es para mi esposa e hija y cuando planeo tiempo libre, generalmente es para juegos de mesa. Los video juegos, que tan importante han sido en mi vida durante más de 25 años, ya no son prioridad. 

La verdad es que siento que yo no soy prioridad para los video juegos. Mi dinero, mucho que pueda ser ahora como un miembro productivo de la sociedad, no es el que persigue la industria. Quieren el de personas que compran las ediciones limitadas que un año después lo encuentras a una fracción del precio. Quieren el de la persona que van a pre-comprar un juego con el solo anuncio muy vago de lo que va tratar, a más de un año de su lanzamiento. Si es posible, quieren también que compres un "season pass" de contenido descargable, sin saber tampoco los detalles completos de dicho contenido. 

Ese es el "mass market". Lo que la mayoría de los jugadores ahora compran. Ya no soy esa mayoría  Afortunadamente hay juegos y sistemas para mi. Me parece fascinante haber leído tantos artículos sobre el "fin" de los juegos de PC y portátiles, cuando hay tantas cosas increíbles que jugar en esas plataformas, tanto de juegos independientes como de compañías establecidas. 

Me sorprendería si dentro de 5 años no tengo un PS4 en mi colección  Sony se encuentra en el 3er lugar de la generación actual de sistemas y no se quiere quedar ahí. La desesperación genera innovación  Pero le daré tiempo para madurar y crecer como para poder generar esos juegos que me atraen. Por mientras, les voy a ceder mi lugar a quienes le van apostar a los juegos masivos de guerra y en linea. Por ahora, voy a decir: "no voy a comprar otra consola...en su primeros años en el mercado."

lunes, 18 de marzo de 2013

Leveling up

No recuerdo exactamente el primer videojuego que tuve. Probablemente no fue mío. Se debió tratar de algún sistema de mis tíos o mi papá, quizá. Pero han sido una constante en mi vida. Desde mi NES hasta mi Wii U y todos los sistemas entre esos, no he dejado de jugar por tiempo considerable. En veces, jugaba hasta más de 12 horas, engranandome en el mundo de excelentes juegos hasta terminarlos. 

Mis hábitos y tiempos para jugar han cambiado mucho. Ahora soy un esposo y padre de una hermosa hija de casi 10 meses. En menos de año y medio, pase de ser un profesor de asignatura con 8 horas a la semana a un supervisor de casos clínicos a un estar, al menos temporalmente, con una carga completa que a veces excede las 40 horas semanales. No puedo sentarme a jugar 5 horas diarias y terminar juego tras juego, explorando lo más reciente y novedoso. 

El juego que si le estoy dedicando un buen de tiempo desde hace unas semanas es el excelente Fire Emblem: Awakening para 3DS. Ahí vas formando un ejercito de soldados que suben de nivel y pueden llegar a cambiar de clase y con eso algunos aspectos de sus atributos y habilidades. Eso es lo que me está pasando. No he dejado de ser un gamer. Alguien que afronta los retos y se adapta a los cambios, buscando formas creativas de resolver problemas. No dejo de frustrarme en ocasiones y querer aventar el control pero no me doy por vencido. Busco pasar al siguiente nivel en mi vida personal y profesional. Ser un mejor Daniel en la vida para Liliana y Luna (y Pucca), un mejor profesor para mis estudiantes, un mejor psicoterapeuta para las personas que me confían sus problemas y un mejor amigo para quienes me depositan su amistad. 

Los juegos te permiten ejercer un grado de influencia directa sobre algo y tomar decisiones sobre lo que pasa en la pantalla. Seguiré haciendo eso en mi vida, buscando tomar lo mejor de lo que me han dejado más de 25 años de experiencia y seguir subiendo de nivel.