lunes, 21 de febrero de 2011

Retrospectiva: 25 años de una Leyenda

Recuerdo el juego más importante en mi vida. No fue el primero que recuerdo, ni es mi favorito. Es el juego que causo que me enamorara de los video juegos el resto de mi vida. La primera vez que jugué The Legend of Zelda fue en 1988, dos años después de que salio en Japón (y uno después de que saliera en América). El NES que mi papá nos regalo no era muy utilizado de mi parte, Mario en ese entonces me frustraba y el perro tonto de Duck Hunt dañaba mi autoestima con sus burlas de mi puntería.

Cuando vio que Mario Bros. no era de mi preferencia, decidió llevarme a rentar juegos, para ver si me gustaba alguno. Mi madre probablemente protesto; pudo haber salvado a su hijo de la vida que tiene ahora. Llegando a la tienda, un cartucho dorado me llamo la atención más que cualquier otro, como un tesoro a plena vista entre un mar de juegos. Lo tome, me lo lleva a casa. Mi vida cambio.

The Legend of Zelda fue el primer juego que realmente me transporto a otro mundo. Otros juegos pedían reflejos y coordinación; Zelda pedía que explorara cada esquina de su mundo, en una aventura que solo existía en mis sueños, que eran los sueños de todo niño. Cuando salia al parque y me imaginaba trepar los arboles, encontrar tesoros escondidos en el suelo y luchar contra el mal cuando no había quien pudiera derrotarlo. Link, como muchos héroes importantes que persisten en nuestras historias, funciona porque pudiera ser uno de nosotros. Una persona ordinaria pero con mucha valentía ante situaciones extraordinarias.

Los vídeo juegos son una parte importante de mi vida. Siento que no serán tan importantes para mis hijos o sus hijos. Me imagino que jugar sera tan ordinario para entonces, todas las personas lo haran y lo verán simplemente como algo más en sus vidas. No lo se. Para mi, Zelda, Link, Ganon, Hyrule y la Trifuerza siempre serán un puente que me conecta a un tiempo en donde puedo ser asombrado constantemente por el poder que tiene de transformarte un juego.

No hay comentarios: